Es hora de rebelarse contra el actual modelo económico por ineficaz y por injusto. Es perfectamente posible y viable un cambio estructural de ese modelo que lo haga más eficiente y solidario. En Andalucía tenemos la oportunidad de iniciar el camino que nos lleve a ver a las personas como los seres humanos que son y no como meras piezas desechables del aparato productivo.
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