Por Antonio García Baeza.
Historiador del Arte y Museólogo.
Mucho se viene hablando en los últimos tiempos de Patrimonio Cultural como concepto al que aludir cada vez que se busca un rango distintivo de calidad. Ante la coyuntura actual en que este recurso se enarbola en nuestra ciudad como vía de desarrollo mediante su explotación turística deben surgirnos varios interrogantes: ¿es sostenible la línea marcada? ¿Están bien dirigidos los recursos que se le destinan? ¿Hay que mirar únicamente al visitante o debe primar el disfrute público? Y los profesionales dispuestos a su frente ¿son suficientes y atienden al, tan aludido, sistema multidisciplinar? ¿Se incentiva su investigación? Más aún, ¿qué ocurre con los patrimonios aún no contabilizados? Vayamos por partes.
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