martes, 17 de febrero de 2015

Burlarse de los españoles

Por Manolo Martínez.
Ver las calles de España con las tripas fuera, justo antes de las elecciones, es burlarse del votante. ¿Por qué no se ha asfaltado, adoquinado, arreglado acerados, o renovado los desperfectos del inmobiliario urbano, hace cuatro años, o tres, o dos? ¿Por qué no se ha acometido tanta obra poco a poco?, para no molestar al ciudadano, durante meses, cuando llevan los niños al colegio, o cuando van al trabajo, o cuando vuelven a casa, si es que aún conservan el puesto de trabajo. Es ridículo, ignominioso, comprar votos sembrando las calles de España de chalecos reflectantes, para hacernos creer que vuelve a florecer el trabajo, y que, con un lifting chapucero a las ciudades de media España, los votantes “tragamos”. ¿Qué se ha hecho durante tres años? Es una falta de respeto a la inteligencia de los ciudadanos.

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